"Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: "¿Qué buscáis?".
Ellos le respondieron: "Rabbí, ¿dónde vives?".
Les respondió: "Venid y lo veréis". Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día".
(Jn. 1, 38-39)

Santa Maravillas de Jesús



María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán nace en Madrid el 4 de noviembre de 1891.
Desde niña se sintió llamada a la vida consagrada. En su juventud, además de cultivar su vida de piedad y de llevar a cabo sus estudios privados de lengua y cultura general, se dedicó a las obras de beneficencia y caridad, ayudando a muchas familias, pobres y marginados.
El 12 de octubre de 1919 ingresó en el Carmelo de El Escorial (Madrid). Tomó el hábito en 1920 e hizo su primera profesión en 1921.
El 19 de mayo de 1924, la hermana Maravillas y otras tres religiosas de El Escorial se instalan en una casa provisional del pueblo de Getafe para, desde allí, atender la edificación del convento del Cerro de los Ángeles.
El 31 de octubre de 1926 se inauguraba el nuevo Carmelo en el Cerro de los Ángeles. Pronto se pobló de vocaciones, lo que le impulsó a multiplicar las “casas de la Virgen”.
Se interesaba por el problema de los demás y procuraba darles solución. Desde su clausura de La Aldehuela funda un colegio para niños pobres, hace construir una barriada de casas y una iglesia. Ayuda en la construcción de 200 viviendas próximas a La Aldehuela. Para llevar a cabo éstas y otras muchas obras, se apoyaba confiadamente en la Providencia divina.
“No quiero la vida más que para imitar lo más posible la de Cristo”, había escrito.
Murió en el Carmelo de La Aldehuela (Madrid) el 11 de diciembre de 1974, con una muerte llena de paz y de entrega, repetía: “¡Qué felicidad morir carmelita!”.